"No necesitamos que venga ningún sastre de la Real Academia Española a vendernos un “trajecito de género” a medida..."


- Un tópico obligado: ¿poeta o poetisa?  

- Me parece innecesario y prescindible el término poetisa. Las batallas del sexismo lingüístico en algunos casos rozan lo absurdo. Está claro que tenemos una lengua marcadamente masculinizada por razones obvias de antaño y a las mujeres nos ha tocado también un papel secundario en el lenguaje, pero no lograremos tampoco reparar las diferencias si alguien diseña un traje gramatical para nosotras. De hecho, no necesitamos que venga ningún sastre de la Real Academia Española a vendernos un trajecito de género a medida porque, al final,  el vestuario lingüístico en nombre de la igualdad acabará pareciendo un bazar de disfraces malhechos.     

- De los temas que abordas habitualmente –sobre todo, en el libro- ¿cuáles llegan a convertirse en obsesión?     

- No llega a ser obsesión pero sí  recurrente mi alusión a esas canchas de tiro que cruza el hombre en el cruce de las emociones, esos campos de mina que en los ojos hablan de  la brecha de los años y de los sentimientos. Eso es lo que más me interesa.     

- Otro tópico, éste obligado por los tiempos que corren: ¿ética o estética?   

- Es indudable que utilizo los recursos poéticos a mi alcance  con un fin rotundamente estético pero lo deseable, en mi opinión, es que la ética intervenga a disposición de la estética. Esa servidumbre cordial entre ambas debiera ser parte del compromiso personal artístico, la responsabilidad del escritor de defender sus ideas al emprender la construcción armónica de su obra.